Las familias
son los primeros educadores de los niños y siguen influyendo en su aprendizaje
y desarrollo durante los años escolares y mucho tiempo después. Las escuelas
tienen una responsabilidad importante de ayudar a nutrir y enseñar a las generaciones
que ahora representan el futuro; y las familias confían en las escuelas para
proporcionar los fundamentos educativos para los hombres y mujeres del mañana
que ahora son niños y niñas, sin embargo, al mismo tiempo, los docentes tienen
que reconocer el papel primordial de la familia en la educación y por esta
razón, no pueden obviar ninguna de las dos la importancia de que las familias y
las escuelas trabajen juntos en colaboración .
Las
investigaciones demuestran que las escuelas eficaces tienen altos niveles participación
de padres, familia y de la comunidad; esta participación está fuertemente
relacionada con la mejora del niño en cuanto a aprendizaje, asistencia y
comportamiento, es decir, la integración de la familia en la escuela puede
tener un impacto importante en aprendizaje de los estudiantes, independientemente
de la condición social o cultural de la familia.
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